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La lluvia

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Llueve en Santiago (para variar). Tampoco hoy consigo centrarme. Voy bien. Voy de puta madre. Que me doy pena hasta a mí misma... Lástima de indiferencia. Lástima de frialdad. Bueno, igual de aquí a final de curso consigo helarme el corazón y hacer que deje de importarme todo lo que no tenga que ver con los libros. No sería una mala idea. No sería la primera vez. Pero mientras me quedaré como estoy, viendo llover con los libros en las manos.
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Me pesa tanto el alma como una HK USP Compac con un cargador con las 13 balas más la de la recámara... En doble acción, con casi cinco kilos de presión en la cola del disparador. Limpia, engrasada, montada, alimentada, cargada y lista para abrir fuego contra mi corazón. Apuntaré bien, alinearé el alza con el punto de mira, mantendré las luces del mismo tamaño y aguardaré la voz de "fuego". Tiempo de ejecución: toda mi puta vida.
Soy consciente de que no llego a todo. Soy consciente de que estoy dividida en mil pedazos, en mil fragmentos de vida que requieren mi atención y no soy capaz de centrarme en todos ellos, de darles solución, de mantener las cosas unidas para que no se rompan al caer al suelo... Hoy debería haber estudiado. Pero mi mente está dispersa. Piensa en cosas que no debería. Y para evitar pensar me refugio en el oportuno regalo de mi hermano (una aventura gráfica llena de violencia y sinsentidos que dan un poco más de sentido a mi vida paradógicamente). Al menos pude contentar a medias a mi madre quedándome con ella para ver un par de comedias románticas que me han destrozado viva y para dar un paseo con el perro que acabó haciéndome sentir culpable por no haberme deshecho de la pereza lo suficiente como para sostener otro de esos fragmentos que se rompen cuando caen. Llevo todo el día evitando pensar en el futuro. Pero en algún que otro momento, viene a mi cabecita la imagen de varios cubos de

Feliz Navidad a todo el mundo

A veces un día completamente feliz, puede ser el más melancólico... Porque como dice uno de mis profesores "todo no puede ser"...

Finales y principios...

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Todo principio exige un final previo. Y todo final genera un sentimiento de pérdida (si no es que comporta una pérdida real...). En este caso, algo he perdido. Le había cogido cariño a la libreta. Quizás por quién me la había regalado. Quizás por todo lo que he volcado en ella. El caso es que se ha terminado. Y como muchas cosas en la vida, no tiene vuelta atrás. Nueva libreta para una nueva etapa en la vida, con algo de retraso, sí, pero es que no es fácil dejar atrás ciertas cosas. Y a veces es mejor terminar lo que empezamos para pasar la página con la sensación de haber hecho bien las cosas. Aunque he de admitir que soy de las que releen un montón de veces lo que han escrito... ¿Puedes conseguir un final si no puedes dejar de leer\pensar\recordar? ¿Puedes conseguir un final cuando no es lo que deseas? A veces no te das cuenta de la profundidad de una canción hasta que vives plenamente la experiencia que describe... ¡Qué razón tiene! Esta canción es demasiado mía ahora mismo...

Último día del año

Por suerte hoy me voy a casa. No tengo ninguna apetencia por volver, pero necesito salir de aquí urgentemente. Demasiada gente, demasiado barullo, 24 horas al día sin poder encontrar ni un segundo de tranquilidad, de intimidad... Al principio no lo notas. Te acostumbras. Pero después de 15 días sin descansar de la gente el fin de semana, sin que se reduzca ni un ápice la afluencia de compañer@s... pesa, pesa mucho... Pero por suerte, tras cuatro o cinco horas en un coche con tres compañeras, podré encerrarme en mi habitación, completamente sola...

Feliz cumpleaños, papá

Me pregunto qué pensarías ahora si estuvieses "aquí". ¿Estarías orgulloso? ¿Pensarías que estoy desperdiciando mi carrera? A veces podría llegar a echarte de menos, si no fuese porque me acostumbré a no hacerlo durante muchos años. Aunque tu cumpleaños y el día del padre todavía me afectan... Quizás simplemente porque me falta algo... O quizás sí sea por ti. O por el hombre al que no he llegado a conocer, disfrazado del mal padre que abandonó su hogar. El padre no tiene excusas, supongo que el hombre tenía sus motivos. Cómo me gustaría conocerlos... Pero en fin, hay cosas que ya no cambiarán, que ya no pueden solucionarse. Hay espinas que llevas clavadas en tu corazón para el resto de tu vida. Y así eres tú, papá. Eres una enorme espina afilada que duele cuando alguien la aprieta, sobre todo esos dos días en que es imposible no pensar en ti. Feliz cumpleaños, papá.
El día se presenta interesante. Examen oral de inglés con dos personas que no entienden ni papa, salir a correr con el dolor en el cuerpo, los labios destrozados por el frío y la barra de cacao extraviada, y mi cabeza, que es incapaz de dejar en paz el tema... Pienso, repienso, vuelvo a pensar... Recuerdo, me estremezco e intento olvidar, no pensar, respirar... Pero no hay manera de sacarla de mi mente... Bostezo, suspiro y me resigno a que da igual lo lejos que esté y lo poco que sepa de ella, cuanto menos me acerco, más me cuesta dejar de pensarla.

Hoy...

Hoy ha sido un día tan duro que sólo puedo alegrarme de llamarlo ayer...

Del "todo me va mal" al ataque de risa

Ayer por la noche casi me muero de risa. La cena estuvo bien, entretenida, divertida, juraría que todavía no he digerido todo lo que comí. Estaba todo buenísimo. Pero en fin, las risas llegaron a la hora de dormir. No tengo escaleras en la litera, decidí cedérselas a mi compañera ya que yo me veía totalmente capaz de subir sin ellas. Y hasta ahora lo había sido... Subí a la mesita de noche y me impulsé, pero por algún motivo que desconozco, el impulso no resultó suficiente y volví de vuelta a la mesilla. Pero ya había perdido la posición de referencia, así que casi me la cargo y de paso me despellejé el tobillo. Duele, sí, pero realmente me hizo gracia la "mala pata". Cuando mi compañera me hubo aplicado el desinfectante, y puesto que ya había fallado con la mesilla, decidí escalar por los hierros de la litera. Pero al apoyarme en el primero se escuchó un chirrido metálico que indicaba la rotura de dicha estructura. Al menos esta vez no me había hecho daño... Así que en vez d

Un día más, un día menos...

Cada día cuesta un poquito más levantarse. Me apoyo en las rutinas. Siempre, siempre lo mismo: me levanto, hago la cama, me quito las lentillas, voy al baño, me visto y pierdo un par de minutos antes de irme a desayunar (previa media hora de cola en la que aprovecho para ver un par de periódicos y echar un ojo a los blogs). Cada día son menos las ganas de hablar. Respondo con monosílabos siempre que alguien me interpela (lo cual ocurre cada 30 segundos, es lo que tiene vivir con una histérica egocéntrica). Cada vez se me da mejor callar. Y si no trituro mis principios es porque me mimetizo bien sin tener que deshacerme de ellos. ¿A quién le importa mi opinión? ¿Por qué tendría que preocuparme? Cada día se hace un poquito más duro que el anterior de forma acumulativa. Y no dejo de tener suerte, de entender que de cierta manera la vida me sonríe, aunque haya resultado una vieja desdentada de dientes negruzcos y amarillentos. No hay tiempo, pero los pensamientos apenas necesitan fraccione
Soy consciente de que me lo estoy buscando todo yo solita. Siempre me lo busco todo yo solita... Pero esta vez estoy haciendo méritos a lo bruto. Siempre dentro de unos límites, dentro de un margen de maniobra, aunque esta vez no soy yo la que los establece. Me temo que si por mí fuese, me quedaría completamente sola esta vez. Porque me da la sensación de que nada me importa una mierda. Me siento indiferentemente infeliz. Cabreada por momentos, furiosa incluso. Cansada, infinitamente cansada de nadar contra corriente, de luchar contra el mundo, de ser distinta a los demás, de esforzarme por no ser una más. ¿Satisfactorio? Ya no lo sé. A veces creo que sería más cómodo dejarse llevar, meter los principios en la trituradora de papel y seguir al resto de borreguillos hasta el matadero. Ser una más. Ser como los demás... Dejar de ser yo. ¿Qué sería más fácil? ¿Con qué me sentiría más satisfecha? Bueno, no se puede tener todo, ¿verdad? O una u otra. O eres feliz o te sigues a ti misma. O te

Sin palabras

Tengo cardenales hasta en el carné de identidad, pero el dolor es el típico que hace que sientas que al menos estás viva. Ya es un sentimiento y un pensamiento más agradable que a los que últimamente me estoy acostumbrando.¿Cuáles? Explicádmelo, porque o se me escapan las palabras y ya no sé expresarme o simplemente no hay palabras para lo que llevo en el pecho y se atraganta de vez en cuando en la garganta. Esto es lo más parecido que he encontrado para describirlo, ¿alguien podría intentar ponerlo en papabras?

Mi madre

Me gusta mucho caminar. Me gusta mucho caminar de noche. Pero eso es algo que mi madre no entiende. Me pide que coja un taxi. Sólo deja de insistir cuando le digo que es dar demasiada confianza a una sola persona. Es meterte en el coche de un extraño, lo que tantas veces te han repetido de niña que no hagas jamás... En realidad sólo quiero caminar, ya hace mucho que no lo hago. Siempre sale en todas nuestras conversaciones. "Ha vuelto a decirme lo mismo en uno de esos momentos en los que no es ella. Ha dicho que con esa chica nada de nada, que encontrarás a alguien donde estás ahora". Yo sólo puedo responder lo de siempre... Cuanto más me digas que no, antes me tiro de cabeza. Claro que ahora las cosas han cambiado... Pero malditos sean mis sueños, que me hacen ver y creer cosas que jamás ocurrirán. Me quedé dormida sólo un instante esta tarde. Suficiente para soñar algo que me hizo gracia y despertarme a mí misma y a mi madre con la carcajada. También estuve viendo un partid

Tiempo atrás...

Hoy hace un año... El mundo se veía desde una perspectiva distinta... Ahora me veo aprendiendo a cambiar el punto de vista...

Popurrí de sentimientos

Cuando el viento sopla de esta manera, me da la sensación de que el mundo va a caerse sobre mí como si fuese un antiquísimo edificio abandonado. Silba en los pasillos y abre las puertas de los tendederos con fuertes estruendos y de nuevo más silbidos. Ante algo tan poderoso no puedo más que sentirme ínfima... Me apetece especialmente un beso. Uno que sepa a la victoria que supone atrapar un copo de nieve entre los labios un día como hoy. Y podría decir que me daría igual quién me regalase el beso, pero estaría mintiéndome a mí más que al resto. Y no quiero mentirme. Creo que el "echar de menos" se ha convertido en un dolor sordo en la zona del pecho donde se oculta mi corazón, reforzado por una maravillosa línea de agujetas... Todo pasa. El tiempo ayuda... Siempre se miente para intentar que las cosas nos afecten menos. Bueno, sólo tengo que aprender a mentir un poquito...

Esfuerzo

Hoy me esfuerzo por ver las cosas desde otra perspectiva. Quiero ser positiva aunque las situaciones, los detalles, la gente, la vida no quieran dejarme hacerlo. Pero no puedo, la verdad. Sigo sin dejar de intentarlo, pero empiezo a perder las ganas de todo. Estoy cansada de los agobios de todo el mundo, del miedo a no saber lo que me/nos espera, de la perspectiva de meterme en la boca del lobo esta tarde para enfrentarme a las fieras y ver qué más quieren de nosotras... Sí, el no saber quema. Y los pequeños arañazos infectados escuecen. La comida no se traga, el corazón se ha perdido y ya no sabe qué sentir... Hoy no es un buen día para ser optimista, no. Quizás mañana, cuando todo el mundo se haya ido y me quede sola. Pero bueno, esto me lo he buscado yo solita, yo y mi maldita esperanza, que a veces no puedo matarla ni a palazos...

Aprendiendo...

Poco a poco voy aprendiendo... ... a fruncir el ceño continuamente para que no se me escapen las lágrimas al escuchar una canción, ver alguna imagen, escuchar alguna voz, evocar algún recuerdo... ... a estudiar y concentrarme con un torbellino en la cabeza que siempre se escapa al único lugar al que no quiero que vaya... ... a estar sola y no hundirme. ... a seguir moviéndome aunque no tenga ganas. ... a hacer lo que debo y no lo que me gustaría. ... a ignorar los gritos de mi corazón. Aprendiendo... Que no quiere decir que se me esté dando bien...

Cómo pueden cambiar las cosas...

Silencio

Hoy no me apetece pronunciar palabras. Tengo la sensación de que si hablo mucho se me escaparán las lágrimas. Y aquí no puedo permitírmelo. Ni por dejar que me vean, ni para mi salud mental. Así que hoy, 22 de noviembre, es mi día del silencio.

Long time ago

Hace mucho, mucho tiempo, yo era una idiota un poquito más ignorante, un poquito más soñadora, un poquito más feliz... Parece que han pasado años desde que aquella fría mañana metimos las maletas a presión en el coche y nos lanzamos hacia lo desconocido. Hoy lo desconocido es lo de SIEMPRE, como si nunca hubiese existido otra cosa... Miro a mi alrededor y me pregunto cuándo me he habituado a esto, a este tipo de vida, a esta falta total y absoluta de intimidad, a esta ocupación constante que apenas permite pensar en nada más sin que te sientas culpable... ¿Cuándo me he habituado a que las cosas me importen tan poco y tanto a la vez (o sólo por momentos)? Y pienso. Mucho. Aunque no deba, aunque no quiera. Pienso en lo que voy ganando (las experiencias, las amistades), en lo que voy perdiendo (...). Y me encuentro en una espira/ completamente inevitable que no deja de girar y marearme. Es difícil para mí conservar la cabeza aquí dentro. Es muy, muy difícil. Pero me esfuerzo por dejarme l

¿Bailamos?

Acción y reacción. Causa y efecto. Dos caras de la misma moneda obligadas a convivir aunque ni se vean, ni se toquen, ni se miren... Causa y efecto. Acción y reacción. Y continuamos bailando un tango sin ni siquiera mirarnos a los ojos...

Manada

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(Dos entradas en un día, qué nivel. Realmente tengo que aprovechar conexión en el ordenador.) Caminaba con sigilo, apartaba las ramas de la maleza con sus manos desnudas. Las espinas le arañaban la piel, pero no llegaban a hacerla sangrar. Pudo intuir el final del bosque antes de llegar gracias a la intensidad de la luz de la luna llena que se colaba entre las ramas de los árboles. Suspiró. Todavía no sabía qué nuevo peligro encontraría al otro lado. La suerte no estaba de su parte. Desde que había perdido a su ejército y a su caballo, todo había ido de mal en peor. A veces se cuestionaba su camino, su destino. Cada vez más a menudo, discutía consigo misma. Se culpaba por ser tan crédula, por ser una soñadora y llegar a confiar en que sus sueños llegarían a cumplirse. Pero hacía ya demasiado tiempo que la Reina había desaparecido de sus noches intranquilas. Apenas dormía y, cuando lograba hacerlo, eran pesadillas lo que poblaba cada segundo tras sus párpados cerrados. Pero ahora sólo p

Me he dado cuenta...

Me he dado cuenta de que estoy cabreada con el mundo. Estoy irascible, todo me molesta, todo me sienta peor que un rodillazo en salto en el estómago bien dado.¿Por qué? Vete tú a saber... Puede que por una conjunción de factores, o quizá una alineación de los planetas. O simplemente estoy gilipollas perdida... Sea como sea, el caso es que muerdo. Intento evitarlo, pero no puedo. Así que muerdo lo que tengo más cerca: me muerdo la lengua. Quizás debería tomarme un momento este fin de semana para acercarme al gimnasio y golpear el saco hasta quedar extenuada, hasta que la rabia sangre en mis mudillos, hasta que deje de estallarme la cabeza llena de cosas que no quiero pensar. Hasta que no sepa ya quién soy.

A veces...

Podría escribir. Pero estoy harta de que describir sentimientos sea un problema. Así que simplemente me quedo con la música. Y ya llegará el momento de hablar. Si llega...

Ay, ay, ay...

No dejo de pensar en ti, de hablar de ti, de recordarte. Te has quedado grabada a fuego en mi piel. Te has quedado inscrita en mi alma... a fuerza de...¿De qué? ¿De besos? ¿De caricias? No... Eso es lo que más nos ha faltado... Eso es lo que más ganas tengo de conseguir. Aunque me lo niegues constantemente... Aunque nunca pueda llegar a tenerlo. Porque a veces lo veo con una claridad envidiable. Y es entonces cuando sé que ya te has ido y que es sólo cuestión de tiempo que te des cuenta, reacciones y me dejes a un lado de tu vida, desterrándome. Porque no he sido, ni soy, ni seré jamás suficiente para ti. Pero al menos saberlo ayuda... O duele... O no sé... Algo hará... Y entonces suspiro y regreso a mi vida... Pero menuda mierda... Después de tu paso por mi corazón todo está tan vacío sin ti... Y a veces me pregunto por qué coño tuve que enamorarme precisamente de ti cuando sabía que tú no querías que eso ocurriese... Sencillamente soy una idiota. En fin... A dormir, que la borrachera

A o B

¿Intenso o sosegado? ¿Fácil o difícil? ¿Dulce o salado? ¿Tarde o temprano? ¿Cerca o lejos? ¿Lluvioso o soleado? ¿Dolor o indiferencia? ¿Decepción o confianza? Llegará un momento en que tenga que dar respuesta a muchas preguntas. Llegará el momento de las decisiones, de tomar uno u otro camino... Llegará el momento, pero no es ahora. Aunque mi mente se empeñe en seguir dándole vueltas...

Miedos

Es curioso el miedo. Una de mis compañeras sufre ataques de pánico irracional cuando ve una araña. Otra, sale corriendo y hace aspavientos cuando es una avispa la que se acerca. Esa reacción es un poquito más racional: la chica es alérgica. Después están los que tienen miedo a la oscuridad, a los perros, a la sensación de fracaso, a que les pillen haciendo trampa... Hubo una época en la que, si me preguntabas a mí, mi respuesta era concisa: la soledad. El problema es que podía estar sola aunque me rodeasen miles de personas. Ahora vuelvo a sentirme sola... Pero quizás por repetición, quizás por resignación, quizás porque el tiempo me va enseñando a no tener miedo a nada... quizás haya adoptado la soledad como medio de vida. ¿Y ahora, Any? ¿Cuál es tu mayor miedo ahora? Quizás, y sólo quizás, tema morirme por dentro...

Soñando

Lo peor que me han dicho hoy ha sido: "Arriba, chicas, que son menos veinte". Y todos mis sueños se esfumaron de golpe. Intentar dormir una hora más con las luces encendidas y el sonido del lápiz o de los repasadores al arañar el papel conservando el mundo onírico que te rodea es extremadamente difícil. ¿Qué soñaba? Una tribu con una reina lesbiana y poco menos que canibal, un viaje en el tiempo de elementos del futuro (un robot amatillo un tanto inquieto), alguien más conmigo a quien no he llegado a reconocer... Las mismas paranoias de siempre, las mismas tonterías fantástico-ciencioficticias en las que me quedaría sin dudarlo para siempre. Como cuando Buffy tiene que escoger entre la vida de siempre que odia y la que podría haber sido sin todos los elementos que la llevaron a donde estaba. Por suerte o por desgracia yo me veo obligada a retornar a mi realidad diaria, no carente de emoción, de surrealismo, de fantasía o ciencia ficción... Pero tan... Desmotivada en ocasiones

Seguir viviendo

A veces las rutinas que montas a tu alrededor son tan extrañas que ni siquiera las reconoces como tal. Sí, te despiertas todos los días a la misma hora, vas a los mismos sitios, estás con la misma gente... Pero siempre hay algo distinto que borra la palabra "rutina" de tu diccionario diario. Entonces simplemente continúas viviendo lo que te toca cada día, con sorpresas, con novedades, con el ánimo y el cuerpo sostenidos por un sentimiento y un complemento vitamínico respectivamente. Tú estás "ahí" (que no "aquí"). Y a veces no te imaginas lo importante que puede llegar a ser...

Adiós.

En breves vuelvo a dejar mi tierra. ¿Mi hogar? No lo sé... Hay mucho a qué decirle Adiós... Y el tiempo pasa tan rápido y tan despacio... Y a veces me encuentro muy, pero que muy perdida... Y me voy quedando sin palabras... Así que adiós.

Santiago

Este lugar es impresionante. Llueve. Siempre llueve... El aire sabe a humedad, es tan fácil respirarlo... Lo añoraba. Y seguiré añorándolo en breve... Me he empapado de regreso a casa esta mañana... Y mientras llegaba al barrio uno de mis vecinos que me había visto acercarme me habló: - ¡Vaste mollar! - ¡Dame a mín que sí! Las gotas de agua me resbalaban por la frente, por las mejillas, por el cuero cabelludo, colgaban juguetonas por los mechones dispares de mi pelo... Y en mis labios se dibujaba una sonrisa. ¡Cuánto tiempo sin lavarme el alma!

Sensible

Debo estar un poco echa polvo. Demasiadas cosas juntas. Dolor físico, cierta inquietud emocional, saturación informativa... Sí, demasiadas cosas juntas. Pero siempre he dicho que "demasiado" no tiene por qué significar necesariamente algo malo. Estoy tan cansada que me parece que podría dormir durante semanas seguidas. Por desgracia no dispongo de tanto tiempo. La breve visita a casa se acabará enseguida y tendré que volver a la jaula de las fieras a enfrentarme con los domadores (amén del resto de animales). Estoy tan cansada, me duele todo tanto, tengo tan pocas ganas de nada... Y lo que queda todavía...

Imagina...

Imagina que quieres a alguien. Quizás apenas recuerdes cómo ha sucedido. Pero eso no es lo importante. El caso es que no puedes dejar de pensar en esa persona, la recuerdas a cada momento, desearías tenerla a tu lado... No hay nada que te haga más feliz que su sonrisa. Vaya, has caído... Te tiene totalmente a su merced. Imagina que esa persona que se cuela en tus sueños, sean dormida o despierta, no es como tú. Concibe el amor, las relaciones, la vida... de un modo totalmente distinto al tuyo. Incluso contrario... Que no importa lo que hagas, porque su felicidad nunca dependerá de ti. Imagina que deseas esa responsabilidad, que deseas dedicar tu vida a conseguir dibujar en su rostro una sonrisa perenne que sobreviva a los crudos inviernos que ahora os amenazan a las dos. Imagina que sabes que jamás lo conseguirás... No es difícil de imaginar...

Intervalos

Viviendo a intervalos de veinte minutos. Soñando a intervalos, a veces de menos tiempo. Tragando realidades que se acentúan con los sueños, que me recuerdan dónde estoy, dónde estaré. Adecuando cuerpo y mente al olvido ritual de todo lo que habita el exterior para cortar el caudal y que el agua contaminada no llegue al cauce del río. Soñando que sueño, soñando que vivo, viviendo que sueño. Con el hueso de la falange atragantado en la garganta impidiendo respirar. Y sin remedio, sin causas, sin sentido, sin posibilidad de hacerlo mejor. Con la rabia de que todo lo que puedes no es lo que debería. Con la rabia de que te quedas corta en el ascenso a la libertar. Con rabia. Con el nudo en la garganta. Con un río siempre a punto de desbordarse. Y adelante. A intervalos de tiempo fugaz que lo hacen soportable. Sabiendo que los sueños a veces no son buenos, ni alcanzables, ni tranquilos...

Aguante

Pensar requiere tiempo. Y cuando vas corriemdo (a veces literalmente) de lado a lado y te empapan de información a la que nunca antes te habías enfrentado, pensar cuesta un poco más. Aunque considero que eso es bueno. Si tuviese más tiempo para pensar, volvería a preguntarme si realmente encajo aquí. Y las dudas no son buenas. Asì que cuando puedo, cuando tengo tiempo, me dedico a pensar en las dos personitas que más apoyo me han dado desde que comencé mi andadura. Me preocupo por una, pienso qué hará la otra y las echo de menos a las dos. Estar aquí es extraño. Duro por momentos, otras veces hasta divertido... Pero me queda tiempo y tiempo para acostumbrarme y dejar que mi vida se redirija sola. Aguante, que tengo mucho... O eso dicen.
Cuanto cuesta a veces encontrarse cómoda en un lugar... Y ver que a todo el mundo a tu alrededor le pasa lo mismo... Es extraño, es duro, es difícil. Pero Aquí estamos, y después de todo el esfuerzo, acostumbrarte a cambiar tu vida por completo, a someterte ante cualquiera, a mantenerte alerta a cada paso que das para que no te compliquen más la existencia... ¿Qué remedio queda? Ese simplemente: seguir, caminar hacia adelante y esperar que el tiempo pase, que el entretenimiento sea suficiente para no notar los malos ratos... Aprender a ser más dura que una piedra por fuera aunque se te queme el corazón de nostalgia y de añoranza. Pase lo que pase, esto tengo que conseguirlo. Y así les habré vencido. A ELLOS y a mí misma. Doble victoria... P.D: A ver, la gente que me conoce en persona y que conoce este blog, por favor, que sea discreta en sus comentarios. Hay cosas que no cuento aquí por algunos motivos. No lo hagáis vosotr@s.

Quien sabe...

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...Si me lo repito mucho igual funciona...

Cambios... de look

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Hay momento en la vida en las que necesitas renovarte, sentirte diferente, SER diferente a como eras... Ha llegado un momento en mi vida en el que todo cambiará y yo no podía quedarme atrás. Llevo al menos cuatro años cuidando y mimando una melena que me llegaba casi hasta la cintura, pero la vida me decía que ya era momento de cambiar. El pelo se enredaba, se enganchaba en cualquier parte, resultaba molesto y hasta me incordiaba al intentar dormir... Estaba pidiendo a gritos un corte pese a todas las voces que se alzaron en contra. Ahora el daño ya está hecho. Como le he dicho a "mi rincón" en un comentario hace poco, los cambios a la fuerza nunca nos gustan. La idea es que los busquemos nosotros, que los iniciemos, que les demos las vueltas que haga falta y que al final encontremos cómo podemos sentirnos más cómodos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea... Yo lo he intentado. Llevo mucho tiempo dejándome guiar por intuiciones, señales, buscando un hueco en el qu

Miedo...

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Hoy cuando volvía a casa realmente se me despertó una sensación de miedo angustioso... He pasado el día entero con mi madre. Y lejos de lo habitual, que es que discutamos por cualquier cosa, ha resultado ser un día increíble en la playa. Hemos descubierto un paraje que ninguna de las dos conocía y que ambas acuñaremos como favorito en adelante; hemos charlado como hace años que no lo hacíamos (lo que significa que mi madre me ha contado batallitas, que hemos comentado libros que ambas hemos leído, que la estoy convenciendo para que comience a escribir sus memorias, que hemos mencionado preocupaciones actuales de las dos...); nos hemos bañado todo lo que hemos querido; hemos paseado por la arena de la playa; hemos comentado canciones en el coche... Y entre ellas, en especial esta: A las dos nos ha emocionado mucho siempre... Y entre todo esto me he puesto a pensar en lo que supone para mi madre que yo me marche de aquí... Esta vez no tiene a nadie que ocupe el lugar de sus hijos, se que

Atrás...

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Lo peor de mirar atrás es que cuando comienzas, ya no puedes parar. Por encima del hombro... Por el rabillo del ojo... ¿Y si algo o alguien de tu pasado te sigue los pasos para intentar que caigas antes de llegar a tu destino? Mejor será que vigiles. Pero entonces son los recuerdos los que te golpean como una maza. Porque no todo son caricias, no todos son inermes. Algunos son como soldados con sus espadas y sus escudos, entonando poderosos gritos de guerra. Pero debes hacerlo. Debes mirar atrás. Ya sean ruinas, ciudades, hogares, personas, objetos o historias lo que dejas tras de ti, siempre debes rebuscar qué es aquello imprescindible sin lo que no deberías haberte ido. De no ser así, pierdes. Siempre pierdes. Un corazón de jade, un cinturón de cuero grabado, un último abrazo... Porque a veces necesitas cerrar algo antes de marchar, pero las circunstancias te obligan a escapar lo más lejos y lo más rápido posible. Lo difícil de mirar atrás es conseguir recuperar el rumbo. Lo imposibl
A veces no recuerdas cómo has llegado a dónde estás. ¿Has tomado la cuesta? ¿Has subido por otras calles? ¿Has atajado por un callejón o has dado una vuelta enorme? Quería poner música al momento, pero nada concuerda con lo que siento. ¿Qué siento? Si lo supiese le estaría poniendo música. Me siento triste. Por muchas cosas. Me siento confusa. Me siento abatida. ¿Todo malo? No sé, parece que hoy sí... A veces simplemente un día pasa. Y te das cuenta de que toda tu vida va a girar 2880º (porque vas a dar vueltas hasta marearte). No sabes por qué haces lo que haces. No sabes si te habrás vuelto a equivocar. ¿Es aquí dónde tienes que estar? ¿Es aquí dónde has quedado? Quizás te equivocas... Quizás esperes una hora y hagas esperar una hora. No era en esta plaza. No habías quedado donde siempre. Porque cuando cambia la gente de tu vida, los lugares de siempre dejan de tener importancia. Porque ella no conoce esos lugares a los que voy siempre... Así que esperaré una hora y cuando crea que m

Sin mirar atrás...

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Hay un largo camino por delante. En ocasiones parece una larga e interminable llanura sin sorpresas, sin sobresaltos, en la que podrías ver todos los peligros que osasen asediarte desde lejos. ¡Qué gran ventaja! Tendrías tiempo para prepararte, para afrontarlos con todo el valor que pudieses recopilar... Pero sabes que no será así. Y ocupas tu tiempo en mirar hacia el horizonte, hacia la franja azul verdosa que se mezcla con la negrura de la noche para dar todavía más efecto. Intentas imaginar los peligros que te asaltarán cuando el terreno sea más escarpado, si encontrarás el mar, algún lago, si tendrás que vadear aguas, remar, cabalgar, caminar... Ya no apartas la vista de allí hasta que escuchas los susurros tras de ti. ¿Qué es ese ruido? ¿Y esas voces? Y después de mucho tiempo caminando sin mirar atrás. vuelves la cabeza y el corazón se te queda en el puño. Ves todo el camino que has recorrido. Hay obstáculos que ya has superado, hay pruebas que ya has acometido estoicamente, hay

Volvería a hacerlo mañana mismo...

Llámame masoquista... Pero volvería a hacerlo. Conduciría las horas que fuesen necesarias, sólo por estar unos días contigo... Pese a nuestras diferencias, pese a lo que a veces nos separa (si es que no lo intenta todo...), pese a lo que pese, no puedo evitar sentir lo que siento cuando estoy contigo, cuando pienso en ti... Quizás poca gente lo entienda, es probable que ni siquiera tú... Puede que tampoco yo... Pero bueno... Como siempre, la técnica del paso a paso es la más adecuada. Aunque contigo siempre me apetezca hacer carrera de fondo... Y ayer... Tras cinco años un rencuentro que siempre resulta más cálido de lo que esperaba. Porque alguna gente está ahí siempre. Pase el tiempo que pase, siempre están dispuestas a entenderte, a darte los mimos que te hagan falta, confiar en ti y escuchar cualquier consejo que quieras darles. Gracias, niñas, sois geniales... Llevo todo el día encontrándote en la música... Pero no conseguía decidirme por una canción, así que pongo una que conocí

Paga la buena fortuna

De niña, mi madre me contaba sobre las gitanas de Écija. Caminabas por la calle y te ponían en la mano una ramita de romero. Y si no les pagabas, te maldecían. Quizás por eso hoy cuando me vi con la ramita de romero en la cara no me negué en rotundo a cogerla. Y ahí empezó el problema que nos costó a mi madre y a mí 30€ (y no fue más porque pasó lo que pasó). Sólo la voluntad. La voluntad fue que mientras sacaba unas monedas sueltas de mi cartera, enganchó a mi madre por banda y la obligó (literalmente, la empujó hacia una pared del callejón y le tomó la mano) a dejar que le leyese la "buena fortuna". Claro que luego hay que pagarlo. Pero mi madre sólo tenía encima 5€. Pero daba igual, ella nos acompañaba al cajero, nos esperaba, no pasaba nada... El caso es que teníamos que darle 20€. Al final, como la tía no cejaba en su empeño y mi madre empezaba a asustarse, cedí, abrí mi cartera y saqué los 15€ restantes. Pero fue un error, porque la mujer vio que me quedaban justo 20€.

Ella siempre gana

Con ella es imposible ganar. A veces estás a punto de lograrlo, pero no importa. Siempre ocurre algo que hace que te adelante y llegue a la meta antes que tú. Y cuando no son las causas externas, es ella misma la que se niega a perder... Poco a poco, momento a momento, va cambiando las normas para que la favorezcan. No entiende que por mucho que las cambie, me es más fácil seguirlas a mí que a ella... Así que lo sigue intentando. Siempre que le gano un punto, lo anula por una nueva norma que acaba incumpliendo para que yo vuelva a ganar. Y así una y otra vez. No le gusta perder. La gente me mira y sonríe. Le da a la cabeza y dice: "¿Cómo puedes tener tanta paciencia?". Yo les sonrío y dejo que ella tire de mi mano, me pongo en pie y me voy a jugar con ella hasta que se cansa. Me hace perder, me hace querer rendirme, me hace saltar vallas de dos metros de altura... Me lo pone muy, muy difícil. Pero antes de irme, le digo que me dé un abrazo y sale corriendo hacia mí, se lanza

El Laberinto

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Cuentan las leyendas que nadie que se hubiese adentrado en El Laberinto ha vuelto para contarlo. ¿Se perdieron en su interior? ¿Lo atravesaron y las maravillas del otro lado les instaron a quedarse? ¿O quizás lo han conseguido pero con tanto esfuerzo que no se arriesgaron a hacer el camino a la inversa? En los pueblos cercanos, lugares que han perdido a sus jóvenes guerreros tras las salvajes zarzas, se dice que nadie ha logrado llegar hasta el final. "Los cadáveres pueblan cada esquina de ese maldito laberinto, pero ningún cadáver puebla las tierras que se ocultan tras de él" dice algún viejo mientras escupe al suelo. Luego la mira y le clava esos ojos antiguos como el tiempo, profundos como el mar, sabios como el mismo demonio. Masculla una maldición y le replica: "Estás loca". Por la noche, mientras el viento acaricia su pelo y ella contempla la entrada del laberinto, una voz cascada y dura, muy similar a la del viejo, le llega a los oídos: "¿Qué tienes tú d

San Juan

Mi tradición favorita de San Juan es la del agua de rosas... Creo que todos los años mi madre la ha seguido a pies juntillas. Y yo con ella... Recoge las flores y plantas aromáticas por la tarde y siempre recuerda proteger puertas y ventanas con algunas de las ramas. Dice que así las meigas que escapen de la quema no entrarán en la casa... Una buena medida de seguridad. A veces sacamos las ramas unos 6 meses más tarde si no se caen solas... Las meigas no tienen por dónde escurrirse esta noche. Llena una olla, una bañera o algún recipiente grande con agua y desmenuza las flores y plantas. Pétalos de rosas, anís, ruda, crótalos... Hay un poquito de todo... Hoy la luna está casi llena. Dos noches más y lo habría estado. ¿Qué tiene que ver la luna? Bueno, la cacerola se deja a la luz de la luna de San Juan para que la hechice y la llene de sueños por cumplir e ilusiones, de fuerzas y ánimos, de cariño y dulzura... Que la llene de buenos sentimientos. ¿Y todo esto para qué? El día 24 por la

Mentes Dispersas

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Yo sieeeeeeempre llego tarde... Snif, snif. Si algun@ comparte el visionado de mi blog y el de Mini, ya sabrá la noticia... Los que no... Emmmm, ¡¡¡tenéis la exclusiva!!! (No cuela, ¿no?) En fin, que hoy sólo quiero presentaros un nuevo blog lleno de locura y diversión (sobre todo locura, claro...). Me llena de orgullo y satisfacción en este día, pegaros un enlace a: Disfrutad tanto de Minineurona y Michiño cómo nosotras creándolos, comentando el mundo desde sus ojos y haciéndoles vivir aventuras by cómic. No os olvideis de vuestro comentario si os dais un paseo por allí.

Para que lo entiendas...

Me gusta cuando me llamas a las tantas de la mañana, cuando siempre dices que no quieres llamarme, que no lo harás más, que no quieres despertarme... Me gusta ese preciso momento en el que soy consciente de que te has rendido a las ganas de mí. Me gustan los pequeños detalles que no espero. Da igual si son mensajes, mails, cartas... Cuando llegan soy consciente de que piensas más en mí de lo que creo... Me gustan tus silencios cuando sé que hace rato que habrías dejado a un lado las palabras... Me gusta tu forma de hablar, tu acento, tu risa, el timbre de tu voz... Me gusta el sabor de tus labios. Me gusta la tensión que crece en mi pecho cuando me tocas. Me gusta que sólo con recordarte aparezcan fugazmente estos "efectos físicos" en mí. Me gusta tu pelo, tus labios, tus manos... Me encanta tu sonrisa, podría quedarme horas mirándola. Me sigue sorprendiendo que a día de hoy no quieras entender todo lo que me atrae de ti, lo dulce y maravillosa que eres a veces, cuando se te

Sólo cuestión de tiempo...

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Se levantó. Las fuerzas no le llegaban para nada más. Un ataque sería un suicidio. Tampoco le importaba. No aguantaba más, necesitaba acabar con todo de una maldita vez. No se iba a dejar vencer tan fácilmente. Ese monstruo le había dado una buena paliza. Pero podía seguir en piel. Escuchaba la voz rechinante de las placas metálicas al moverse al mismo tiempo que ella. Le decían que no, que se quedase en el suelo, que no sufriría más... - Seguiré sufriendo hasta que me dejes continuar mi camino. Así que se levantó y se tambaleó un par de pasos hacia la mole sombría. Y de pronto la respuesta se perfiló en sus ojos. Caía la noche. El sol se había escondido y a medida que la luna iluminaba cada rincón, los movimientos metálicos se iban haciendo más lentos y pesados. Finalmente, el armazón de hierro cayó de rodillas. Todo estaba claro... Sólo era una cuestión de tiempo, de resistencia... Si se hubiese rendido antes, no lo habría logrado. Sólo tenía que mantenerse en pie mientras la energía

Batiburrillo

No puedo dormir. Tengo tantas cosas dando vueltas en mi cabeza que siento que hasta que no me libere de algunas no podré conciliar el sueño. Falta poco, falta muy poco para saber qué coño será de mi vida el año que viene, para saberlo o no saberlo... Y me está machacando cada día que pasa. Me machaca imaginar el sí, me angustia sólo la simple idea del no, del fracaso. Me cuesta respirar y a veces rompo a llorar al escuchar alguna canción o símplemente porque sí, recordando algo o sin recordar siquiera. Estoy bailado en la cuerda floja y nada me asegura cómo será en diez días... O sí lo intentan, pero no soy capaz de creérmelo... ¿Y si es un no? No deja de retumbarme ese pensamiento en la sesera. Intento revivir ciertos momentos y cambiar lo que pueda haber estado mal... "¿Para qué habría dicho eso?" "¿por qué coño contaría aquello?" Me estoy destrozando a mí misma y lo peor es no poder evitarlo... Sé que soy fuerte, sé que puedo hacer lo que desee, sé que puedo camb

Seguir corriendo

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Llevo toda la semana itentando imponerme una rutina. A pesar de las altas horas a las que me acuesto,el despertador me da un primer aviso a las 8:30, para que pueda acordarme de ti... O más bien para que pueda hacer que me recuerdes. Para cuando lo haces, yo ya había vuelto a dormirme, pero me encanta depertarme "contigo". El siguiente toque de aviso es a las 9:30. No suelo hacerle más caso que el necesario para aplazarlo diez minutitos más. Y otra vez. Y otra... Me dan las 10. Entonces me levanto, me quito las lentillas y me visto. Pancho ya suele estar rondando por ahí para pedirme que le saque. Suelo hacerme un poco de rogar, pero al final cojo alguna fruta y le pongo la correa para salir (a Pancho, no a la fruta). Damos siempre la misma vuelta, cruzándonos con vecinos que hacen comentarios jocosos por el corte de pelo del perro o por mi indumentaria. Normalmente les ignoro. O respondo ese tipo de frases que quedan bien con cualquier pregunta o comentario: "Sí, seguro

I don't know

Apoyó ambas manos sobre la fría piedra. Cerró los ojos. Podía sentir cada grieta, la fuerza, la dureza... Comenzó a ejercer presión sobre ella poco a poco. Sus pies se enterraron en el fango a medida que aumentaba su empuje. Al cabo de un momento descubrió que a la fuerza jamás la movería. ¿Había avanzado? Bueno... Al menos sabía que había algo a lo que no podría recurrir. Sin separar sus manos de la roca, las deslizó por toda la superficie a la que era capaz de llegar. Buscaba grietas más grandes, imperfecciones, rendijas... Buscaba algún resquicio que le indicase tanto un punto débil como un resorte escondido capaz de mover aquella inmensa piedra ante ella. Pero no encontró nada. ¿Había avanzado? Sólo había comprendido lo duro que sería. Era el momento de intentarlo con las palabras. La magia era poderosa en aquel lugar. Pero había tantas combinaciones... Podría pasarse toda la vida recitando las palabras en distintas posiciones, de diferentes maneras, de forma que nunca sonasen igua

Voy a creer

Primero, visualizad el vídeo. Si yo, que no tengo ni pajolera de inglés lo he entendido, no os costará demasiado. Y ahora, os digo en qué voy a creer yo. Bien, describiré mis pasos. Paso nº1: Me levanto del escritorio. Paso nº2: Camino hacia la estantería de mi cuarto con libros de fantasía (una de ellas, dios, no sabía que tenía tantos... xD). Paso nº3: Alargo la mano y cojo el primero que me cuadre. Ha tocado "El señor de los anillos". ¿Sabéis qué? En la antigüedad, había varias razas en el mundo, antes de que la tectónica de placas separase del todo ese continente uniforme. Existían los Elfos, los Enanos, los Orcos (que alguna vez habían sido elfos), los Hombres... Con el tiempo, los hombres tomaron el dominio de la Tierra (sin Media, ¿vale? Hay que hacerlo creíble... O no, nos lo creeremos igual, ¿no?) y expulsaron a las demás razas. Los elfos volvieron con Iluvatar a la morada de los Valar y los enanos se escondieron en las profundidades de la tierra. Por eso ahora sólo

Cuando rendirse no es una opción

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Recibió el golpe como una descarga eléctrica que atontó cada uno de sus sentidos. La sangre se agolpaba en su ojo y teñía de rojo el atardecer anaranjado. Se recompuso y volvió a levantarse. No dejaría de luchar. Otro golpe, esta vez en la pierna, destrozó sus ropas y se clavó como un desgarrador frío azulado que se extendía por todo el cuádriceps. Reprimió un grito y cayó sobre una roca, se abrazó a ella, se aferró a la dureza, a la resistencia de la piedra entre sus brazos. No podía rendirse, no debía, no era una opción... Tomó el aire con furia. Resbalaba por su garganta como si ardiese. Quemaba, quemaba tanto como la ira, como la rabia, como la frustración. Quería llegar. Quería llegar de una vez por todas al lugar donde se suponía que debía estar, fuese cual fuese. Pero cada vez parecía más lejos, por más camino que recorriese, siempre quedaba más, mucho más, infinitamente más. Y esa mole no le dejaría pasar. Había perdido la espada, estaba herida, no podía enfocar su mirada con c

Insensibilidad

Hace unos años, en tercero de carrera, creo, quisimos hacer un documental sobre el voluntariado en la Protectora de Animales y Plantas de Santiago. Sin embargo, cuando llegamos allí para recopilar información, nos encontramos a una excavadora a punto de tirar el lugar. No salía rentable, así que habían vendido el terreno que albergaba a casi 300 perros, algunos gatos y hasta una oveja. La solución había sido la creación de una Perrera Municipal. Así que en lugar de un documental, sin quererlo, nos vimos reducidos a un reportaje sobre el cierre de la protectora a pesar de la necesidad que había de que existiese. Pensaréis, a esta se le cruzó un cable, ¿eso ahora a qué coño viene? Viene a que estoy harta de cómo trata la gente a los animales. Sin ir más lejos, mis vecinos. Cuando llegué a este barrio, en la casa de al lado tenían a tres pastores belgas preciosos encerrados en un recinto de unos dos metros cuadrados del que no salían ni para que les limpiasen la mierda. Eran madre, padre

¡Cuánto he aprendido!

En este último año, es más, en estos últimos días, he aprendido un montón de cosas. Algunas ya las sabía y las he ido recordando... Otras, son demasiado nuevas y todavía me cuesta acostumbrarme a ellas... He aprendido que es la gente que más cerca está de ti, en la que confías, a la que quieres, la que es capaz de destrozarte el alma con una sola frase... Y que cuando empiezan a escupir es difícil que se detengan, dejándote un poquito más abajo que la altura normal del suelo: hundida. He descubierto que a veces pasas por la vida de la gente como una estela, que pese a lo mucho que hayan podido marcarte a ti, no han recibido nada de tu lado y te olvidan con una facilidad pasmosa. Tan deprisa y tan fácilmente que no tienes que molestarte en pensarlo. Seguramente recuerdo con tanta frecuencia como me olvidan a mí. He comprendido que las lágrimas no siempre ayudan, que cuando apenas puedes recurrir a otro medio de desahogo, no son suficientes, no te vacían, no te limpian toda la mierda que

¡¡¡Una vez más en la brecha!!!

Antes de nada, Pancho ya está en casa. Ese mismo día, después de pasarme casi cuatro horas caminando Santiago arriba, Santiago abajo, cuando me di por vencida y regresé a casa, me estaba esperando en la puerta el muy capullo. Así que no intentéis buscar una mopa con patas por distintos puntos de la España profunda... La tengo yo. Una vez más en la brecha, amigas. En la brecha, que es donde duele. El Circo del Sol viene a España. Está en Santiago de Compostela tres días. Oportunidad única e irrepetible. Ya es imposible conseguir entradas, pero mi hermano había decidido regalarle cuatro a mi madre para que fuésemos sus tres hijos con ella. ¿Genial, verdad? Pero, una vez más en la brecha, sí... Acabo de preguntarle a mi hermano la fecha de dicho acontecimiento... Es el 24 de abril... Me voy a Madrid el 23... Maldita sea... De nuevo, una vez más en la brecha. Acabará rompiendo...
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Ante todos los comentarios de ánimo, muchas gracias. El viaje es a Madrid, a rendir las últimas cuentas con lo que llevo un año y algo rumiando... A nivel laboral, por supuesto. Estaré allí una semanita, sobre la tercera semana de abril. Así que aún queda. Pero gracias de todas formas. Yo soy la inútil. Yo soy la irresponsable y la torpe. Soy la niña pequeña que siempre quiere tener razón pero que no la tiene nunca. Soy la despistada, soy la tonta confiada a la que siempre se la dan con queso. Soy gilipollas con todas y cada una de las letras: G-I-L-I-P-O-L-L-A-S. Sin embargo, soy la que nunca ha dejado escapar al perro. Veréis, si escribo esto es por la sensación en la nariz, ese picorcillo que indica que el lacrimal se está inflamando y que en breve dejará soltar las lágrimas. No quiero, no me apetece y por eso escribo. Así que estáis a punto de ver lágrimas de rabia, de preocupación... De yo qué sé qué más... Aviso, por si acaso. Mi madre tiene la fea costumbre de sacar al perro sin

Sueños desagradables

Llevo dos días teniendo sueños desagradables. No llegan a ser pesadillas, pero no quiero tenerlos y me despierto a cada poco. Intento volver a dormirme imaginando cosas agradables, pero al final siempre se me cuela algún pensamiento que me hace retomar el hilo de los acontecimientos soñados. Vaya mierda, ¿no? Pero bueno, sobreviviré... También ha vuelto a llover tras dos días de calma. Lástima... Ayer estaba un día genial para correr. Si se hubiese mantenido mañana habría sido agradable... Pero supongo que tocará mojarse. Luego a casa y a la ducha... Está bien... Al menos saldré a correr, que ya lo echaba de menos. Por otra parte comienza la recta final... Ya hay hasta fecha... Ufff... Ayer averiguarlo fue como encender la mecha de una bomba... Ya tengo los billetes de avión, he alertado a mi prima para que me reciba y supongo que avisaré a la gente que conozco por allí al menos para tomar algo. Me quedaré toda una semana, así que habrá tiempo... Ocurra lo que ocurra, llegamos al final
Debo estar más tonta de lo normal... Que ya suele ser mucho. Me encontré tontamente con esta canción y me he quedado como una idiota escuchándola... Una vez y otra y otra... ¿Estoy enamorada? Recuerdo haber escrito un post sobre el tema... (vaaaaaale, lo busco... aquí está...). El caso es que no he cambiado de opinión. Desde entonces he conocido unas cuantas chicas más, he intentado seducir a alguna que otra, han intentado conquistarme a mí... En fin, que he aprendido muchas cosas, pero me quedo con ese concepto. Así que, si me repito la pregunta, podría contestarla sin problemas. ¿Estoy enamorada? No. Nunca había encontrado a nadie que me haga sentirme como ella. Nunca había tenido tantas ganas de estar con alguien, de poder ganarme el "amor" (que no el cariño, ojo) de una persona... Nunca había tenido tantas ganas de enamorarme. Pero no puedo estar enamorada... Eso ocurre, quizás a los dos años... Quizás cuando mucha gente dice que se acaba el amor y que es realmente cuand