Entradas

Mostrando entradas de julio, 2011

Estatua de sal

Imagen
Lo sé... Continuamente miro atrás... Miro atrás y me lamento por un pasado que probablemente nunca había sido mejor... Pero la idea de que así es me reconcome a veces, cuando pensar no cuesta, cuando la mente vuela sin control... Para ser más clara: en estado pre, pos réglico y en todo el campo que abarcan, es decir, tres semanas al mes... El caso es que comienzo a escuchar las trompetas de los ángeles del señor (no, no, no literalmente, que a alguno le dará un ataque), es el momento en que arden Sodoma y Gomorra y si vuelvo la cabeza acabaré convertida en una estatua de sal. Porque ahora la única opción posible está delante, porque nada del pasado me va a ayudar a pasar por esta situación. Quizás es tarde para darse cuenta de que cada experiencia en la vida es única, aunque a veces situaciones pasadas te ayuden a dilucidar cuál sería el camino a seguir. Ahora mismo sólo puedo seguir caminando, ver por qué caminos van mis pies, tirar los dados en cada cruce de carreteras y tomar las

Algo va mal...

Imagen
Algo va realmente mal conmigo... Tengo todo lo que podría desear (o casi todo), vivo una vida que muchos envidiarían, soy consciente de ello, de todo lo que tengo, de todo lo que he llegado a conseguir con mi propio esfuerzo y con la ayuda de los míos. Pero sigue habiendo un puñetero agujero negro en mi estómago, que golpea como una maza a intervalos regulares y me hace latir el corazón a contramano cuando menos me lo espero (o quizás ahora ya incluso cuando lo estoy esperando). Ya no sé lo que siento, ya no sé lo que quiero, ya no sé lo que puedo llegar a conseguir. "Todo", que me diría alguna buena amiga, "tú puedes conseguirlo todo". Ah, pero se engaña, o me engaña a mí, ya no lo sé... Porque no por ser yo, no por ser como soy, puedo llegar a conseguir lo que deseo. De hecho habitualmente lo que más deseo se me escurre entre los dedos como la finísima arena de una de las playas de Boca de Uchire, con la que alguna vez llegué a jugar a dibujar diseños a lo Gaud

Nunca aprenderé...

Sé perfectamente que es lo que más daño me hace, pero no puedo con ello. A veces no sé si incluso quiero luchar en su contra... Tiendo a ilusionarme, a hacer planes, a creerme que todo es posible si realmente amas... Pero al final las cosas siempre terminan en el mismo lugar: a dos metros bajo tierra. Cada vez es distinta, pero no por ello menos demoledora. Quizás le pido a la vida mucho más de lo que está dispuesta a darme... ¿Podría dejar de hacerlo? No, probablemente no. Así que las quejas no sirven de nada, nunca han servido y nunca lo harán. Pero supongo que soy una cansina, que en el fondo me complace ese dolor sordo en el pecho que me incita a enamorarme. Y quizás sea muy pretencioso por mi parte, pero por ahora no he conocido a nadie que quiera como yo, con esa intensidad destructora que arrasa con todo cuanto toca. Llevo el pecho en llamas más amenudo de lo que me gustaría... Supongo que esa es una de las cosas que nunca podré cambiar, con la que tendré que aprender a vivir.